Frente a tergiversaciones acerca del Dios cristiano, agua fiestas, atropellador que algunos ponen como tigre de papel para luego destrozarlo, es importante recordar la vision más informada que los cristianos tienen de Dios. Claro esa es una version que surge de la revelacion. Yo lo pondría diciendo hay cosas que mi fe no dice, o que Dios no es o no hace.
Es un lugar comun que aquellos que ridiculizan de oficio a la fe cristiana lo hagan diciendo lo que dicen que decimos, ideas populares y supersticiones o tradiciones culturales, pero esas citas al pie de página no son las cosas que nuestra fe dice.
Por ejemplo, mi fe no te dice con quien acostarte pero si te dice por que razones hacerlo, por ejemplo, el amor que previene abusos;
...mi fe tampoco te dice como vestirte, lo que proyectes con eso acarrea consecuencias que son muy tuyas;
...mi fe tampoco se centra en qué fiestas celebrar porque el fondo es mas importante que la forma;
...mi fe si insiste en que las mujeres son personas coiguales a los hombres y por ser superiores a los animales ambos pueden decir no a sus apetitos;
...mi fe tampoco empieza invitandote al infierno sino a una relacion con Dios; lo que venga como resultado de aceptar o rechazar esa invitacion es la respetuosa decision de Dios sobre tu voluntad;
...mi fe respeta a las personas mas de lo que ellas se respetan asi mismas, creo que es porque Dios nos creo libres, aun con libertad para rebelarnos contra él.
De modo que al darte "la instruccion de la revelacion" lo que Dios tiene en mente es dignificarte y protegerte de ti mismo como lo haces tu con la instruccion que das a tus hijos. Pero Dios nunca te retorcerá el brazo, te dejará vivir con los resultados de tus elecciones, tan irónico como eso pueda sonarte eso incluye el mas alla. ¿Dios es respetuoso no te parece?
Finalmente a Dios los cristianos no lo consideramos un buen amo. Ni siquiera un noble empleador como el que muchos tenemos. Le llamamos Padre, por la relacion filial que tiene con su pueblo.
Feliz año 20013, de parte de "La Biblia y el mundo moderno". Gracias por visitarnos durante todo el año 2012. Que el año que viene sea más venturos que éste.
Guillermo W. Méndez (1955- ). Teólogo guatemalteco. Estudió en Guatemala y Estados Unidos. Maestría en Teología, Seminario Teológico de Dallas, 1982; Maestría en Ciencias Sociales UFM, 1994. Suma Cum Laude. Diploma de excelencia docente, Facultad de Ciencias Económicas, URL, 1995. Ha investigado sobre Derecho, Economía y Política. Autor de "Una vida con responsabilidad",(2005).
domingo, 30 de diciembre de 2012
domingo, 23 de diciembre de 2012
Qué celebramos en Navidad: La historia detrás del pesebre
No son las fiestas
paganas de Saturno, o saturnalias romanas. La tradición de la navidad viene de Jerusalén
y no de Roma, aún cuando la fecha se discuta. Realmente se remonta a una
antigua promesa hecha a un hombre de las proximidades del Golfo Pérsico.
Abraham, oriundo de Ur de los caldeos, a quien Dios llamó y entregó la promesa “en
ti serán benditas todas las naciones de la tierra” (Gn.12:3). El Antiguo
Testamento relata la historia de los descendientes de Abraham, de cuyo linaje vendría
uno de la tribu de Judá, en cuya mano habría un cetro, ante quien “se inclinarán
sus hermanos” y aun los pueblos, un hombre que en lenguaje poético se describe vestido
color vino, es decir, vestiduras teñidas de sangre (Gn.49:8-12). Es el león de la tribu de Juda, un descendiente de Abraham que sera rey.
En tiempo de gran desesperación
nacional Dios levantó al profeta Samuel quien ungió rey a David, a quien Dios le
prometió “será afirmada tu casa y tu reino para siempre” (2 S.7:16). Muchos años
después, entre el año 739 al 700 A. C., Isaías recibió una profecía dirigida al
rey Acaz, rey de Judá, anunciando tres cosas 1. Que el rey sirio Rezim y el rey
Peka del Norte, Israel, se habían confabulado contra Judá; 2 Que Judá no debía temer
esa confabulación porque Dios no la permitiría; Querían poner por rey en Judá a
Tabeel, un rey que no descendía de David (Is.7:6). 3. Que a Acaz le sería por
señal que antes que un niño naciera y tuviera uso de razón la tierra de esos dos
reyes sería desolada (Is.7:7-16). El
niño, Emanuel, hijo de la profetiza, esposa de Isaías, sería señal de que “Dios
esta con nosotros” y su señal claramente era un anuncio de que Dios usaría en un
futuro muy lejano a otro hijo de una “joven en edad casadera” (7:14), para
regir a su pueblo y gobernar sobre el mundo.
Isaías vivió en días de
grandes potencias enemigas en las que Israel era un frágil barco de papel en
azarosos mares. Dios le dió otro hijo a Isaías cuyo nombre, Maher-Salal-hasbaz, significa
“el despojo se apresura y la presa se precipita”. Dios instruyó a su pueblo a no
buscar adivinos y encantadores para saber qué hacer (Is.8:18-19). Ellos tenían “la ley y el testimonio” y debían obedecer a Dios, cosa que no hicieron (8:20). La
desobediencia acarreó la ira de Dios sobre Judá, que sufrió el aplastamiento de
babilonios, persas, griegos y romanos durante siglos (8:21-22).
Pero esa oscuridad
terminará para el pueblo y para la humanidad (9:1-2) según el plan de Dios;
Dios trocaría su exterminio en alegría (9:3) según su propósito. Quitaría el yugo
y el cetro de opresores según su plan (9:4). Se proponía también quitar toda
señal de guerra de entre su pueblo (9:5). Todo lo que el pueblo debía hacer
era recibir a aquel que haría posible los planes para su pueblo y para todo ser humano. Pero esa
es la parte difícil. El medio para ello era creer en un niño que nacería un día
en un pesebre.
La profecía
de éste niño prometido continúa en Isaías 9:6. El tiene el principado.
Se lo describe como “Admirable consejero”, su sabiduría se describe como extraordinaria, él trajo un mensaje pleno de sabiduría para un pueblo que necesitaba creer. ¿Por qué ir a los
adivinos o a los hombres teniéndolo a él? “Dios fuerte”, frente a los enemigos a los ejércitos y a las trampas el
si puede defendernos. “Padre eterno”, cuando
todos los recursos terminan el nos sigue protegiendo constantemente. “Príncipe de paz”, frente a los problemas y dificultades de la vida su poder y consuelo son la solución y la paz en medio de nuestras pruebas.
Su reino o imperio
sobre nosotros no tiene limite (9:7). Jesús de Nazaret es el niño heredero del
trono de David. El anuncio del profeta Isaías siete siglos antes que Jesús
naciera fue que él sería más que un niño, un redentor, que daría su vida por la
humanidad (Is.53:1-12). Es por el poder de Dios y por su obstinado amor por el
ser humano que todo esto es posible. Esta es la navidad que celebramos y no la del
24 o 25 de diciembre. Nuestra navidad es una celebración de obediencia a Jesús todos
los días. ¿Ha creído usted en él? ¿Es él
su señor y su salvador?
viernes, 7 de diciembre de 2012
Karl Marx: la zaga entre la idea y la materia
El Dr. Carlos Marx (1818-1883) representa el triunfo
temporal de la materia sobre la idea, con la que ésta se halla en pugna desde
los griegos. Sus intereses como filósofo, sociólogo, historiador, periodista y
economista, salpican diferentes provincias del saber con sus tesis centrales.
Por eso las ideas de Marx convertidas en “marxismo” tocan hoy la teoría
económica, la teoría sociológica, el método de la filosofía y una comprensión
de la acción política basadas en la transformación de la sociedad fundada en el
materialismo. Realmente hoy no hay una
teoría marxista sino multitud de aplicaciones de una idea, la preeminencia de
la materia sobre la conciencia y el saber humanos.
La relación de amor y odio con G. W. Hegel y el
Hegelianismo empieza temprano cuando Marx tiene apenas 18 años en 1836. Entonces
empieza a gestarse el materialismo dialectico la idea de que el orden económico
tiene contradicciones internas que tras alcanzar su máxima eficiencia
eventualmente lo destruyen. Filosóficamente, la superación de ello corresponde
al hombre quien determina la historia por un acto de su conciencia (Moisés Hess)
en complicidad inadvertida con la naturaleza cuyas fuerzas inherentes a la
historia empujan al hombre, inevitablemente, hacia el materialismo dialectico
(Marx). Amor y odio hacia Hegel también sufrirán Bruno Bauer y el mismo L. Feurbach
de quien Marx tomó su materialismo. De ahí la famosa propuesta de que era
necesario poner a Hegel de cabeza, es decir darle la preeminencia no al Geist o
las fuerzas historizadoras del Espíritu de Hegel sino a las de la materia.
Parte de su ruptura con Feurbach en las “Tesis
sobre Feurbach” incluirá la crítica a la filosofía, expresada en la frase de
que hasta ahora “los filósofos no han hecho sino interpretar el mundo cuando el
punto es cambiarlo”, en contra del materialismo y el idealismo contemplativos
que imponen una idea abstracta por encima de lo obvio la realidad material. De
ahí que la transformación del mundo no se dará por un cambio en las ideas sino
por la actividad física desde la materia por medio de la práctica. Esta indiferencia hacia las ideas curiosamente colisiona con la excesiva importancia que se da a la supraestructura (idea) sobre la infraestructura (materia). Hay que ahogar a “la idea” de la supraestructura con "otra idea", la de cambiar la propiedad de los medios de producción para transformar así "todas las ideas". Dicho de otra manera, ontológicamente la materia es todo, pero epistemológicamente
el marxismo sucumbe a cada paso ante la idea. No hay sistema totalmente libre
de aporías.
Marx estaba convencido que la producción de la
revolución industrial conduciría a que los ricos fueran más ricos y menos en
número y que los pobres fueran cada vez más pobres y mayores en número. La depauperización de las masas sigue repitiéndose en muchas partes del mundo aun cuando
en la Segunda Internacional Socialista, 1898, ambas ideas fueron suprimidas del
ideario socialista. La revolución industrial de manera lenta había empezado a
cerrar la brecha relativa entre ricos y pobres revertiendo ambas afirmaciones y
creando un fenómeno nuevo desconocido por Marx, la clase media.
La genial síntesis de Marx entre la filosofía
germana, la sociología francesa y la economía inglesa ocurre en un momento en
el que los resultados de todas esas propuestas aun no habían llegado a su
punto culminante. El neokantismo del siglo XIX y XX no había afirmado aun la
importancia de la mente, el conocimiento, del ser y la existencia y de la razón
como realidades complementarias a la materia. De modo que Marx reaccionó en su
tiempo contra ideas que pronto fueron superadas. La sociología terminaría abocándose
al individualismo metodológico y a la distinción entre ciencias del espíritu y
ciencias naturales más que a las hipostatizaciones que dan a los conglomerados
sociales (clases) características de personas (piensan, deciden y aman). M. Weber
buscaría responder a ese materialismo miope con la idea de la razón (ej. la burocracia),
los valores y los tipos ideales.
En economía el marginalismo (de C. Menger, S. Jevons
y W. Walras) pondría entre corchetes todas las afirmaciones económicas del Marx
economista, su teoría objetiva del valor y su idea de la explotación (Böhmbawerk)
juntamente con algunas falacias del resto de economistas clásicos. Sin embargo el
éxito de Marx se debe, en parte, a ser el pensador con el que culmina la
historia de la Filosofía en el siglo XIX. Hoy, es responsabilidad de los filósofos
corregir esa falsa impresión de que el último filósofo del siglo XIX dijo la última
palabra en todo, noción de la que ni sus propios seguidores están advertidos.
Cuando Marx define libertad como “el
reconocimiento de la necesidad” no está haciendo otra cosa que confirmar en su
pensamiento el triunfo de la materia en la larga zaga que empezó con los
presocráticos. Los neokantianos, Dilthey, Webber y Heidegger harían en el plano
filosófico lo que economistas y sociólogos harían en sus respectivos planos:
tratar de mantener la integración de ambos planos en tensión. Abolir la
propiedad privada, partir la realidad en infra y supraestructura y decretar las
leyes férreas de la historia, son elecciones de fe o creencias metafísicas (la
idea, de nuevo) lo cual, precisamente, el sistema creyó haber superado. En un
plano muy personal, para mí esa tensión se resolvió hace siglos en la propuesta
que integra materia y espíritu en Jesús de Nazaret, persona teantrópica y
palabra divino-humana.
sábado, 10 de noviembre de 2012
Por qué escribo sobre teología
Inicie mis estudios teológicos en 1974. Durante
mi estadía en el seminario en Guatemala conocí a gigantes, Leon Morris, el
exegeta australiano que escribió docenas de libros y cientos de artículos sobre
el Nuevo Testamento, quien fue parte de la protesta inglesa contra el formismo
alemán. También visitó la escuela el pastor y diplomático protestante John
Stott, conocido por presidir la redacción de “El Pacto de Lausana” en 1974.
Gran impacto causó en el estudiantado la visita de Pedro Arana, el teólogo
reformado peruano que había estudiado en Edimburgo Escocia. A John Stott le
conocí más personalmente en un viaje que hicimos el escritor René Padilla, el
profesor Guillermo Taylor y yo a Antigua. La parada en Florencia, camino a
Antigua, se hizo para ver aves guatemaltecas, birth-watching era una de las
pasiones de Stott. Morris, Stott y
Padilla fueron de gran inspiración porque habían dedicado su vida a publicar y
además eran seres humanos de carne y hueso a quienes pude conocer.
Mientras estudiaba en Estados Unidos a partir
de 1979 pude ver en persona a F. F. Bruce, prócer de la protesta inglesa contra
el formismo alemán, quien impartió las conferencias bíblicas del Seminario
Teológico de Dallas en 1982 sobre “Problemas en colosenses”. En esos años también
visitó la escuela texana el teólogo español Francisco Lacueva, luego mi colega
en el seminario en Guatemala y un gran teólogo. Había tenido mucho que ver con
la conversión de Lacuerva al dispensacionalismo nuestro hermano Evis Carballosa,
misionero en España y rector del seminario en Guatemala. Bruce y Lacueva fueron
también incansables escritores toda su vida. Evis Carballosa siempre decía
“Guillermo escribe, escribe, escribe.” El mismo había publicado ya un
comentario breve sobre “Filipenses” y
escribía a principios de los 80s su “Comentario
de Daniel” y su “Comentario sobre
Santiago”.
Mi experiencia como estudiante de teología
estuvo siempre inspirada por la lectura, la escritura y las publicaciones a la
sombra de grandes ejemplos. El Dr. E. A. Nuñez, mentor y padrino en muchos
sentidos, me hizo participe de sus escritos. Leí partes de su “Caminos de renovación” y de “la Biblia y la sanidad divina”. Conocí
algunos capítulos de su evaluación critica de “Teología de la
liberación” cuando aun eran proyecto. Nuestras conversaciones giraban en
torno a lo que estaba escribiendo o planeaba escribir. Y sus obras siempre eran
un deleite por la claridad de la prosa y del lenguaje, con figuras oportunas
que aclaraban el sentido.
Vecino mío de oficina, en Guatemala, en los
años 80s, Lacueva estaba desde antes de las 7:00 a.m. escribiendo y llegaba
a las 19:00 p.m. escribiendo. En esos años trabajaba en tres proyectos
simultáneamente, la traducción de las notas a la Biblia de Ryrie, “El interlineal griego del NT” y su libro
“Espiritualidad trinitaria”. Yo le
admiraba por sus nueve tomos sobre teología sistemática “Curso de formación teológica,”
en mi opinión, aun la mejor teología sistemática escrita originalmente
en castellano. Con el tableteo incansable de su máquina mecánica al lado, solo
pared de por medio, le oía llenar docenas de páginas al día. Que gran inspiración.
No he dedicado ni una línea a hablar de mis profesores
americanos porque todos ellos fueron y son aun incansables escritores en el
campo de su especialidad. Yo tengo varios proyectos esperando publicación. Dos
ya publicados, “Una vida con responsabilidad” y “Padres que enseñan
responsabilidad.” El primero necesita retoque y revisión de ciertos capítulos.
Queda “una Iglesia que enseña responsabilidad”; “La reforma protestante 500
años después” y “Prefacio a la dogmática evangélica” que esperan ver la luz.
Espero seguir publicando tanto en teología como
en estudios bíblicos. He terminado el curso del primer año de griego y el curso
del primer año de hebreo y una Sintaxis del Nuevo Testamento iniciada, así como
muchos otros pequeños proyectos. Gran interés me ha despertado el estudio
crítico del Nuevo Testamento desde la protesta evangélica inglesa. Un corto
volumen espera ser publicado en ingles sobre ese tema dedicado a un gran amigo
mío. Tengo también un texto de homilética casi completo del cual los ejemplos
(sin la teoría) se publican semanalmente en “predica punto blog”. ¿Por qué
escribo teología? Porque soy teólogo llamado por Dios a serlo y por el ejemplo
de gigantes que me han inspirado a hacer mejor aquello a lo que Dios me ha
llamado.
sábado, 3 de noviembre de 2012
Por qué escribo sobre economía
En 1990 ingrese a la entonces Escuela Superior
de Economía y Administración de Empresas ESEADE de la Universidad Francisco Marroquín.
La decisión era producto de una desilusión, la de haber interrumpido el proceso
de estudios doctorales de teología en Europa. Consideré entonces que la segunda
mejor opción era embarcarme en buscar respuesta al problema de la pobreza que
la teología de la liberación había planteado a los teólogos, quienes a mi
juicio, no tenían, ni tienen, la más remota idea de cómo resolver tal asunto aparte
del marxismo.
Pronto me encontré en un mundo universitario
nuevo, rehabilitador, académicamente. Yo había descontado desde mis épocas de
seminarista las hipótesis marxistas, aun hoy apreciadas por mis ex colegas teólogos
protestantes, gracias a la lectura de Karl Raymond Popper sobre “La lógica de
la investigación científica”. Muchos colegas leían entonces solo obras teológicas
y Popper no era teólogo por tanto estaba fuera de su territorio. Mis clases de “Realidad
Nacional I y II” en la USAC no habían atravesado mi dermis porque cuando las
tomé como prerrequisito para estudiar mas teología ya Popper me había equipado
con mejores preguntas y respuestas. Todo esto sucedió a finales de los años 70s
o sea unos 10 años antes de estudiar en el ESEADE.
Estudiar mercadeo, economía, administración,
contabilidad y matemáticas fueron experiencias entre traumáticas y desafiantes.
Yo me había especializado en teología sistemática y no en asuntos prácticos
como la teología pastoral; y había pasado por cursos de griego y hebreo,
satisfactoriamente, sin dedicarme a esos temas de tiempo completo. Dicho en términos
de mis nuevos estudios, salvando las distancias, no me había dedicado al
mercadeo (la pastoral) ni a regresiones matemáticas o trabajo estadístico (los
idiomas), me había quedado en el mundo de las ideas, de la teología histórica, sistemática
y contemporánea, que era el equivalente a la economía que ahora aprendía.
Por eso hoy me siento cómodo escribiendo sobre
historia económica, yo era historiador; me siento satisfecho escribiendo sobre
la retórica de la economía, yo era apologista; me siento bien escribiendo sobre
sistemas comparados en economía, yo era teólogo sistemático. Pero además me
siento muy bien escribiendo sobre economía por creer que teológicamente no
estoy traicionando valor o verdad alguna de la teología. En la Biblia y en la teología
se subraya la libertad del hombre; cosa lamentable es que los teólogos hablen
de libertad en nombre del Estado nacional y no en el sentido Luterano frente al
Estado como la Reforma lo entendió. El Estado es una idolatría en la Biblia y
muchos teólogos y biblistas ni enterados porque disfrazan al Estado bajo la abstracción
de “América Latina”.
También se da por sentado en la historia bíblica
la existencia de mercados; del intercambio entre grupos humanos; se habla de
hombres que a base de la ética de medios crearon riqueza; se alaba el trabajo y
no se condena la existencia de la moneda. Jesús explicó la piedad con criterios
que en economía se entenderían como la búsqueda del mayor bien al mayor numero
(¡utilitarismo!), cuando alaba el siervo infiel y exhorta a prever la recepción
en las moradas eternas; también al hablar de ser pescadores de hombres, una profesión
empresarial como modelo de la evangelización; cuando enseña la parábola de los
trabajadores de la viña o invita a hacerse tesoros en el cielo; así mismo al hablar
sobre buscar las cosas perdidas (la oveja, la moneda y el hijo); y al enseñar a
elegir la mejor parte (Marta y Maria)
sin negar que hay otras, e instruir a buscar primeramente el reino sin negar las urgencias de la sobrevivencia
cotidiana.
Entre las hipótesis económicas importantes en
las escrituras yo he propuesto: 1. Que no se enseña una sola forma de relación económica
entre el Estado, el mercado y la persona; 2. Que el modelo de José en Egipto es
mas un acto de prudencia administrativa que de justicia distributiva; 3. Que el
jubileo es mas un mercado de tierras en donde se renta y se devuelve la tierra bajo
compra-venta que un modelo de redistribución de la riqueza; 4. Que la práctica
de la comunidad de Jerusalén de entregar los bienes no debe de separarse de la
orden de misionar que viene del capitulo 1 y a la que son empujados los
cristianos jerosolimitanos en el capitulo 8. Fallar en unir ambas órdenes (dar-misionar)
bajo la dirección del Espíritu Santo es la causa de la pobreza en esa
comunidad. Sobre todas estas cosas he escrito en este blog. Al hacerlo creo
seguir practicando mi ideal cristiano original de poner al servicio de Dios
todo lo que estudio, leo y aprendo.
Y de la idea original sobre la teología de la liberación
¿qué ha quedado? Bueno esa es la principal razón por la que sigo interesado en
la economía. Resolver el problema de la pobreza en el continente no pasa por
culpar a países extranjeros, a transnacionales y a burocracias que patrocinan el
desarrollo en el continente. Nuestra pobreza ni es su culpa ni es tarea suya resolverla.
La pobreza es resultado de un ecosistema institucional que dificulta la creación
de empleo, cobija la corrupción del sistema de justicia (similar a la denuncia
de los profetas de Israel) y causa idolatrías y desigualdad de todos los hombres
ante
la ley. Corregir esos vicios libre de presiones ideológicas y de
intereses personales es mi principal tarea al seguir escribiendo sobre
economía. Sobre esto no espero ni felicitaciones ni reconocimientos, solo ser leído
con sinceridad y apertura de mente.
martes, 30 de octubre de 2012
Por qué la Reforma Protestante hace 495 años
Hoy se cumplen 495 años de la Reforma Protestante. Estamos a cinco años de los 500 años de ese importante evento histórico. ¿Cuáles son las raíces mediatas en inmediatas de ese hecho? No podemos responder al detalle pero aquí van algunos trazos gruesos en respuesta a esa pregunta.
En otras
palabras, no podemos decir nada del protestantismo…
Aparte de la auto manifestación de Dios en la historia de su pueblo
Israel, linaje del cual viene Jesucristo;
Tampoco aparte de la auto manifestación de Dios en la vida, obra, muerte
y resurrección de Jesús de Nazaret; Nos referimos a la singularidad histórica
del Jesús de Nazaret.
Ni aparte de la auto manifestación de Dios en el testimonio de la
Iglesia Cristiana cuyo fundamento es la revelación del Antiguo Testamento, la
muerte y resurrección de Jesús y la venida del Espíritu Santo. No podemos llegar a ningún lado sin esos
importantes antecedentes teológicos. En esta ocasión no lo elaboramos en detalle pero no pueden quedar sin mencionar estas cosas.
Segundo fundamento
para hablar del protestantismo son las acrecencias de la edad media. En otras
palabras, tampoco podemos entender el protestantismo…
Aparte de la romanización de la cristiandad, que se le conoce como “Romanitas,”
que tomó la pompa, colores y organización civil de roma del año 440 al 460;
especialmente que ocupó el lugar del poder civil tras la caída de Roma ante los bárbaros a partir del año 410;
Tampoco podemos entender el
protestantismo aparte de la cristianización de los germanos y la germanización
de los cristianos entre los siglos VI al IX cuando se dan importantes cambios
teológicos en relación a la Iglesia primitiva: se adopta el bautismo pasivo de
infantes dejando el bautismo de adultos de la Iglesia primitiva; se afianzó la
liturgia del clero en latín en lugar de la liturgia participativa del pueblo; se instituyó la confesión auricular en lugar
del arrepentimiento público y definitivo; se extendió la veneración de santos y
reliquias en lugar del recuerdo de los mártires y sus tumbas; se adoptó la
creencia en espíritus y la superstición germánica en lugar de una teología más
reflexiva; se apadrinó el celibato del clero especializado que sustituyó a la
educación; se abolió la ordenación de mujeres al diaconado, todo esto entre los
siglos VI y IX.
Finalmente, no podemos entender el protestantismo aparte de la propuesta de los Reformadores de quitarle a la fe el ropaje de la filosofía escolástica con su acento en la razón y en la fe como comprensión en vez de decisión existencial; desconocer a la "romanitas" y a la "germanización" del cristianismo para volver a la sencillez de la fe del Nuevo Testamento. La Reforma fue una apuesta en contra de la civilización cristiana con su pompa, boato y secularización y a favor de la fe cristiana.
Finalmente, no podemos entender el protestantismo aparte de la propuesta de los Reformadores de quitarle a la fe el ropaje de la filosofía escolástica con su acento en la razón y en la fe como comprensión en vez de decisión existencial; desconocer a la "romanitas" y a la "germanización" del cristianismo para volver a la sencillez de la fe del Nuevo Testamento. La Reforma fue una apuesta en contra de la civilización cristiana con su pompa, boato y secularización y a favor de la fe cristiana.
domingo, 9 de septiembre de 2012
El economista cristiano ¿debería ser un insaciable consumidor?
En 1936 John Mynard Keynes propuso que la economía solo sobrevive si se
consume. El “lado de la demanda” es el que mantiene viva a las ruedas de la
industria, de modo que para tener empleos, tiendas abarrotadas y gente feliz se debe
gastar a manos llenas, decía Keynes. ¿Qué sucede si no hay dinero para gastar?
El Estado debe ingeniárselas para poner el dinero en las manos de la gente para
poder usarlo. Esta idea de moda en las inflaciones del mundo no solo es pésima economía si no que para los
cristianos “la vida no consiste en la abundancia de bienes que se posee”.
El
cristiano no se identifica con esta visión materialista. Tampoco con el maximizador
de utilidades que actúa racionalmente de la mano de la economía del profesor
Samuelson, el vulgarizador de Keynes. El homo economicus es un
animal que no es parte de la buena economía y menos de la visión cristiana de
la vida. Por supuesto, ¿qué sucedería si todos pensaran cristianamente de le
economía? Si alguien se plantea tal
pregunta la respuesta no esta muy lejos del sentido común. Se venderían todos
los productos que los cristianos requieren, sean Biblias, viajes a tierra
Santa, música cristiana y la comida, ropa y bienes suntuarios de acuerdo al
poder adquisitivo de tales cristianos. En otras palabras una conversión masiva
de cristianos no tiene porque considerarse como el fin de la economía.
Ni siquiera
el estilo de vida simple debe considerarse una amenza. Es que los cristianos no
son Amish modernos. Vivir simplemente no es lo mismo que ser faquir. El creador
nos da otra idea del mundo, uno en donde no se manifiesta precisamente ahorro,
apreturas y miserias. Hay mucha tierra para cultivar. Comida en los mares
esperando ser descubierta. Árboles, semillas y agua que han durado hasta que la
intervención de los gobiernos ha convertido muchos de esos recursos en
privilegios escasos. Es la mano del zoon
politikon la que ha dicho repartamos la tierra cultivada sin respetar su título
de propiedad. Prohibamos el manejo de las aguas según la costumbre. Demos
títulos de propiedad de los recursos sin atender a la sabiduría de las
instituciones y tradiciones. Dicho de
otra manera, la vida es pletórica de bienes que el hombre ha de reconocer como
económicos pero no necesariamente extintos o en lipidia.
De modo que
no se requiere ser un consumidor insaciable para poder estudiar la economía y
explicarla a los demás. ¿Y el amor del Sermón del Monte? ¿Y dar la capa y la túnica, no se aplica a la
mercancía de las tiendas, comercios y kioskos?
La respuesta es llanamente NO. En el grupo de Jesús había un tesorero
deshonesto pero lo había. Este era el encargado de comprar y pagar los
preparativos que el grupo de Jesús requería. Gente pudiente donaba dinero al
grupo de discípulos y Jesús no llegaba a las tiendas arrebatando productos para
obligar a los propietarios a poner en práctica el amor que el les predicaba.
Por eso las
virtudes cristianas incluyen no solo “virtudes suaves:” la fe la esperanza y el
amor. También incluye las “virtudes duras,” la templanza, la paciencia y el
autocontrol. Todas bajo el acápite muy secular del respeto, o responsabilidad.
Los desordenes sociales fincados en el egocentrismo y la ingratitud, las
guerras e intervenciones estatales (los vicios, las idolatrías, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas y disensiones) de los años
1914-1950 produjeron pobreza lo cual se hizo mas evidente en los países mas
desarrollados. Pero, la riqueza no es una acrecencia defectuosa del trabajo, es
el resultado natural de producir con responsabilidad. Los ideales como la
libertad y la innovación se fundamentan
en valores tales como la fe, la esperanza y el amor con su fruto: amor, gozo,
paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, que funcionan
como formadores del carácter libre y responsable del hombre moderno que cree en
Dios.
domingo, 2 de septiembre de 2012
¿Latinoamericano solo si lo dicen otros?
Hace unos días
me fue devuelto un trabajo para publicarse
en un libro sobre teologías de diversas partes del mundo por no ser
suficientemente “latinoamericano.” Había algunos comentarios sobre el Ingles
que no me preocupan en tanto el idioma de publicación no es mi idioma materno.
Mas interesante me pareció la idea de que lo que yo, un latinoamericano,
escribiese no es suficientemente latinoamericano por no citar abundantemente a
los teólogos de la liberación. Por supuesto, los temas que aludo no son
racionalistas, ni abstractos, son relacionales y hasta sociales si se quiere
ver, pero la ausencia de nombres de teólogos de la liberación me pone en riesgo
de no ser publicado.
Yo me tomé
la cosa con mucha tranquilidad porque realmente lo que me han pedido es que
suplemente el trabajo citando a los autores ausentes. Pero después de pensarlo
tengo la tentación de solicitar se retire el trabajo de publicación. Es que
aceptar esa condición es algo muy grave porque convierte en autentico producto
latinoamericano únicamente lo que los teólogos de la liberación han escrito.
Por otro lado, la postura desconoce la devaluación espantosa que ha tenido la teología
de la liberación casi tan grande como algunas de nuestras monedas de curso forzoso.
El profesor
Gerardo Alfaro dice, a mi juicio con muy buen tino, lo siguiente:
“A la entrada de la segunda década del siglo XXI debemos reflexionar si
es posible seguir con el mismo discurso evangélico ideológico e ineficiente que
caracterizó la segunda parte de siglo veinte. Discurso que en muchos respectos
no recibe apoyo del texto bíblico. Discurso que tampoco ha recibido
significativo apoyo de la mayor parte de las comunidades de base evangélicas.
Discurso de separación y confrontación, frecuentemente de subrepticia
violencia. Discurso de denuncia sin oferta, sin solución. Discurso utópico sin
realismo cristiano. Mucha de la teología evangélica de este corte permanece aislada de la iglesia porque es
percibida por ésta como ideologizada, abstracta, elitista, e irrelevante. La
iglesia que hace décadas fue denunciada por algunos como no teniendo teología
propia, ahora sigue siendo en gran proporción una iglesia que no ha querido
aceptar ese tipo de teología evangélica.” http://espanol.christianpost.com/news/teologia-evangelica-latinoamericana-para-liberar-liberada-11216/
Me siento tentado a citar in extenso a Alfaro pero basta por ahora
decir que cercenar nuestro cordón umbilical protestante para convertirlo en teología
católica, liberacionista y ecuménica le hace muy poco servicio a la fe que se
profesa en las comunidades cristianas a lo largo del continente. Pero para mayor pena mía resulta que también
he renunciado a descalificar al marxismo por marxista o al capitalismo por
capitalista. Esto es altamente sospechoso de falta de definición contra lo que
se percibe como ideológico. En otro lado he dado testimonio que por tener mucho
rose con las ciencias sociales incluso he decidido usar otro blog para
desarrollar esos temas en vez de unirlos al blog “La Biblia en el mundo
moderno.”
He decidido trabajar en teología con los
elementos que son verdad por que la Biblia los reconoce tal, en vez de
continuar con la tradición que dice estamos en contra de la “ideología marxista”
y en contra de la “ideología capitalista”. Quien piensa así sospecho que no
sabe ni que esta abandonando ni que esta aceptando, porque los presupuestos que
no se le cuelan por la razón se le cuelan por la práctica, o por el estilo de
vida que ha adoptado de facto, y eso es o ingenuidad rayana o gran hipocresía, ambas
en todo caso inaceptables para alguien que ha hecho de su tarea el pensar y de
su misión discipular a los demás.
La nueva
gran denuncia que se plantea ahora en el siglo XXI en conclaves internacionales
y ante los consensos de la diplomacia eclesiástica es la de renunciar a pensar
la fe como lo pide el “establishment” teológico, para poder afirmar la fe como
lo indique el Espíritu, usando de toda la libertad cristiana. De otra manera,
los que se han unido a denunciar el colonialismo económico y teológico terminarán
por imponer un neo colonialismo editorial.
miércoles, 22 de agosto de 2012
Martin Luther: Undoing a Path of One Thousand Years
Augustinian monk son of the Renaissance,
Martin Luther (1483-1546), was born in times of fear. Men feared an angry God, witches
and spirits as well as Turks. In his monastic life Luther turned to the study
of Greek and Hebrew languages, which monasteries had kept for centuries, and by
the age of twenty five he was a professor of theology in Wittenberg, although
his doctorate was completed until 1512 at age 29. In this process Luther learned
to doubt all thinkers (Jodocus Trutfetter) and came to the conclusion that
faith and not reason was the only path to know God (W. of Okham).
The terror of God Luther resolved
it through a very long and existential process, by stressing the love of God
which he called grace using pauline language. A loving God had declared the
believer righteous so there was no reason to fear him anymore. This turned an
angry deity into a gracious God who accepts man on the basis of the death of
Christ by declaring man justified.
Luther also reflected that the
Church could not have created a path to know God. Tradition was after all not a
divine gift but a human development which yesterday was as human as the day before yesterday, so if one goes back to its earliest origin one does not find but the
face of man himself rather than God’s.
So to know God he, graciously, has to make himself known through his
Word in the Scriptures. There is not other source of divine revelation but
Scriptures.
So Luther denied that the
scholastic bridge between heaven and earth was a God given tool. Analogy as the
connection between what is human and that what is divine is an arrogant move on
the part of theologians. It is a product of the “whore reason” and comes short
to putting God in ones pocket. It can be predicated only on the basis of destroying
Gods glory, his majesty and divine order. Gott
ist der ganz Andere! In Old
Testament tradition God was totally other and Luther believed that to be the
core of who God is. The world of witches and spirits was nothing and certainly
not a source of fear.
In his search for that which is truly biblical
Luther discarded five of the sacraments and reinterpreted the other two. He denounced
the purgatory as unbiblical and used against the Pope a very effective ad-hominem.
First there are not biblical basis for substituting repentance and penance as
the only way to appease God, so taking money instead of contrition was another
deformation without biblical support. If the pope claims to have power over the
purgatory why does he have to ask for money in order to use it. Why does he
not, as an act of compassion, empty the purgatory once and for all?
Luther by recovering the Bible and its themes
as creation, the fall, the incarnation, and so forth, had helped to bring back
history into theology. The scholastic approach had exhausted itself and delivered all that it had. Reason had devised formulas to explain things, usually going
around, behind and above history to satisfy human reason but without meeting
history itself in a personal way. The incomprehensive encounter between eternity
and time, spirit and matter, infinite and finitude postulated by some
scholastic rationalists had finally met in the person of Jesus Christ, the
point in which God meets man. This was made possible in new way when Martin
Luther rejected the abstract notions and categories of scholastics.
Nature and supernatural are connected but not by
reason for that leads only to the vanity of man search for himself. They are
connected by God, in the person of Christ who reveals God through the veil of
his flesh, Deus absconditus, who in Christ
becomes Deus revelatus, God revealed in
mystery, is through Christ the way par excellence
to know something true about God, his glory and his majesty.
martes, 3 de julio de 2012
La Biblia y la presencia de Dios
NOTA: Pido disculpas a los lectores, de pronto blogspot dejó de reconocer los caracteres hebreos si bien al entrar a esta página si aparecen. Suplico quedarse con la transliteración que aparece entre parentesis. Usa el font Hebrewth GM
Esta claro que el nombre más íntimo de Dios tiene que ver con existir o ser. Tres veces aparece en Exodo 3:14, la foma qal, imperfecto 1psg hy@h4x, (’ehyeh ) de hy!hA, (hayah), que traduce ser o estar. De modo que si alguien busca en la declinación del verbo hebreo ser, qal imperfecto 1psg, encontrará esta forma exacta que traduce "yo sere el que seré." La traducción "yo soy el que soy" puede también aceptarse por el uso continuo o repetido del imperfecto.
Esta claro que el nombre más íntimo de Dios tiene que ver con existir o ser. Tres veces aparece en Exodo 3:14, la foma qal, imperfecto 1psg hy@h4x, (’ehyeh ) de hy!hA, (hayah), que traduce ser o estar. De modo que si alguien busca en la declinación del verbo hebreo ser, qal imperfecto 1psg, encontrará esta forma exacta que traduce "yo sere el que seré." La traducción "yo soy el que soy" puede también aceptarse por el uso continuo o repetido del imperfecto.
Lo que no es tan fácil de explicar en el tetragramaton Yehwah hv!hy4 (alusión técnica al nombre mas común de Dios 5,321 veces, que ocurre en todos los libros del A. T., excepto Eclesiastés y Ester) es cómo aparece la letra v (waw) que no es parte del verbo ser hy!hA, (hayah). La forma mas clara que yo encuentro de explicarlo es que se trata de otra raíz que tiene que ver con "existencia" o "ser." En castellano tenemos el verbo ser, el verbo estar y el verbo existir que se conjungan diferente. No es lo mismo decir yo soy que yo estoy si bien semánticamente pueden relacionarse.
Esta otra raíz en hebreo es la raíz hv!hA (hawah) que se traduce "ser" o "llegar a ser" la cual se toma como un sinónimo raro de hayah, pero es la forma del verbo ser en Arameo. La otra forma de explicar la letra waw es una pronunciación premosaica parecida al verbo hawah pero se trata de una raíz diferente. En fin, el término en si sigue siendo tan misterioso como al Dios a quien representa. Que el nombre en Exodo 3:14 aluda no a un verbo específico sino a un campo de significado cuyo grupo de palabras tienen que ver con ser, existir o llegar a ser es también posible para quien escribe. Fenómeno muy diferente es la interpolación de las vocales de la palabra señor adonai a las consonantes yhwh para leer adonai o señor en cada aparición del tetragramaton y no pronunciar el nombre. De modo que la evolución del nombre Jehová la dejaremos fuera por de pronto pero tiene que ver con interpolación de vocales y perdida histórica de letras, cosa de menor importancia.
Estamos en terreno mas firme en cuanto al significado del nombre respecta. En el dialogo con Moisés cuando el nombre se revela Dios le había dicho “Ciertamente yo estaré contigo” (EX. 3:12). De modo que en el v. 14 parece estar diciendo “yo soy el que esta presente,” “el que esta aquí, ese soy yo.” De hecho la promesa de Dios a su pueblo es “yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (Ex.6:7). Que Dios les llame en Oseas lo-ruami “no pueblo mío” es una señal de su juicio.
La promesa permanente de Dios es su presencia “yo soy Yahweh” cuya intimidad con su pueblo se estableció por medio del pacto “también establecí mi pacto con ellos” (Ex. 6:2,4). Jesús hace una aplicación interesante de esta presencia eterna de Dios entre su pueblo cuando dice “Antes que Abraham fuese, yo soy” (Jn. 8:58). No debe sorprendernos que esa promesa de su presencia constituya la ultima palabra de Jesús a sus discípulos: “y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt. 28:20).
Pablo lo dijo de esta manera “porque en el vivimos, y nos movemos, y somos” (Hch. 17:28). “Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues sea que vivamos o que muramos del señor somos (Ro.14:8). Los Reformadores decían Coram Deo en su presencia. Por todo esto no es muy arriesgado decir que vivimos en la presencia de Dios.
jueves, 28 de junio de 2012
The indefinable God revealed to man
When we speak of God we do only
because he allows us to. We cannot speak of God on our own terms because him
who we end up speaking of is not the creator but a reflection of us creatures. Rather
the God who speaks and acts is the only source to refer to him. He speaks by
doing and does by speaking so his word is a dynamic utterance that knows no
bounds. He is the one who said “I am who I am” (Ex. 3:14). The name `ehyeh, I am, is preceded by an explanation: `ehyeh `aser `ehyeh, I am who I am, suggesting to some a participial nuance compounding the meaning and taking it beyond its simple
possibilities. He is the God who is exceedingly more than we can define or
grasp or put in a mold.
His appearance in “man’s history”
is an act of revelation by which he plans to show himself in terms and acts
known to mankind because without this graceful initiative God could not be
comprehend in any other way. So God speaks and acts in a world that is of his
making, of his keeping and it is his will to reveal himself in it and by it.
The indescribable God by an act of his grace comes within the reach of words:
the unutterable becomes known; the inexpressible becomes describable in our
praises. God has made himself known!
Man’s history is also a source of
deception because it is not actually of his making. Man is a thief that
shamelessly takes history and makes it his own. This plagiarism that makes man
the author of history purports to explain the world as a lost un-authored
manuscript that man claims to have found and restored to sell as his own. As
many have said God’s history is in all reality “his-story.” History becomes a
source of deception when God is taken out of it because in every corner of
revelation we understand that God meant always to make history the natural
ambience of God’s words and acts.
Faith is the corollary of his
knowledge. Heavens, nature and the world in general are divine testimonies not very
clear for the busy and hyperactive culture that has learned to hide his
questions about God. Furthermore, man has decided to avoid any contact with
that which he cannot fully master. He has also silenced every statement or
witness that he cannot use for his endless needs and desires. Faith is lost
among this myriad of adult caprices. The Gospel the message that by its meaning
brings good tidings is hushed by man as a meaningless word not to be spoken.
“When the Son of Man returns will he find faith on earth?”
This has rendered the word God
meaningless. It seems that the World and the Church have much in common when
they have not room for the most important issues of life: God and mankind as an
expression of God’s image. Yet, at the same time, both the World and the Church have
a consuming passion for magic, the culture of novelty and the superficial
luxuries of human excitement. Men abandoned faith, hope and love without ever tasting
the joy of knowing God, partaking in the adventure of trusting him and sharing
in the thrill of loving him. This worldly sentiment displaces the meaning of
God and by the same token dislocates the very meaning of life.
God is reflected in man yet is
totally different to him. Man is a reflection of God yet is wholly dependant upon
him. Just as Christ is the very presence of God yet he is a different person
than the father; and at the same time the Son of Man is also our redeemer yet he is completely dependent on the father to accept his eternal sacrifice. The
anselmian question Cur Deus homo? is
a summary of the Gospel that brings together man and God at the incarnation, for
reconciliation and for justification by grace.
And it is because of this coming
together in him, that the Gospel is also a translation of the word “God” in all
its beauty and dept, since the best definition of God is Christ who was born,
lived and died for our sins under Pontius Pilatus, and was raised on the third day as an
irruption of God’s power on mankind, starting with Christ the first fruits. This
is the essence of who God is, and of what we must believe and practice in order
to live out faith, hope and love along with the good works that must follow
those who believe.
domingo, 24 de junio de 2012
Prolegomena is the First Voice in Theology
Revelation is about condensation
of human categories that relate God to man. It is a juxtaposition of spheres
and realities that explain the meaning of God for man. All of Scriptures opens
with this intention when it says in the beginning God created the heavens and the earth (Gn.1:1). It is not
about how God created and populated heaven alone. Nor how he formed and
populated earth. This approximation of sorts is condensed in a Hebrew idiom of
opposites to convey everything God is concerned with.
It is true that after this God detailed
how things are related one by one establishing a primordial difference between creatures among themselves and between him and Man. Man came about as a creature and theology
is borne as a creaturely reflection. But a creator is behind the creature,
therefore theology is also a gift from above, just as life, wild creatures and
every good gift come from a good and kind creator. Theology must start as a
reflection on the origins to be also a gift from God the creator.
God begins to speak to a
man who after creation begins to hear. Silence without hearers has no meaning. “In the beginning God” is far more than
acting and shaping the world. It is also the beginning of a narrative of love,
of telling his plans to man and making himself known. In this early stage God
is hidden in his words and deeds and also revealed by them as much as God’s
love for man permits and man creaturely bounds allow. It is an act of his grace to pronounce the first creative word
when nothing had been said before in order to create something where there was
nothing. Nothingness is not grace; something is and can communicate his
grace.
Nothing is not an object of
ponder unless it can be compared with something. Something is an object of
ponder precisely because nothing cannot explain anything nor everything. It is
the vital coming into existence of every thing that amazes man because Silence,
emptiness and nothingness are not expressions of love. The spread of creatures
and life on earth is like a man who puts most of his jewelry on a blanket to
contemplate it and jealously guard and watch over it. Theology is the telling
of the especial kinds of life residing in the creatures of God, God’s jewelry, who
by their very existence communicate God’s grace.
Theology has also the limit of
the fall. We know nothing in a perfect way, we know about the existence of
everything but tainted by a historical man who decided to superimpose his will
to God’s. This very same attitude at work in all of us attempts to superimpose
our imperfect knowledge of models, natural laws, discrete and concrete
languages on God as a path for man to depart further away from him who said
“Hear Israel Yahweh is our God, Yahweh is one; you shall love Yahweh your God
with all your heart, with all your soul and with all your strength.” (Dt.
6:4-5). The rupture between God and man will always try to superimpose other
voices and languages on God’s. Learning by hearing his particular voice and
language is the main business of theology after the fall or we might follow
strange voices that our nothing but our own.
Theology is also juxtaposition in
incarnation of humanity and deity. It is an approximation of God to man and not
only of him to an impersonal world. This reveals a deep commitment of God to
his creature as man because from the beginning it assumes that there is a
perfect match between humanity and deity that merges in the person of Jesus
Christ. The Jesus Christ event is a single act of God’s freedom to be like one
of us and to partake by his love of everything that he had previously designed
for us. Therefore, theology is also a Christian endeavor in a supreme way. There
is not theology apart of the incarnation of Jesus Christ in whom all of God’s interest in man is
revealed and all of man’s search for God can be understood.
Finally, theology is an act of
communication. But it is not a rational communication only, as if God had
created brains without a body (Greek, Aristotelian model). It is not a passional communication only, as if God had created only bodies without brain (modern,
existentialist model). Theology is a personal endeavor where passion, excitement,
joy, freedom, love and doubt take place in order to be in every respect both a
question and an answer to whole human beings. This communication is both,
creative, open and intelligent as it comes from a sensible and thoughtful God
to humans who are searching for meaning, love and freedom in an imperfect world
that slaves and deceives even our very search for God.
lunes, 18 de junio de 2012
What is faith?
“The faith of human beings is their heartfelt Yes to Jesus Christ
and to the divine judgement that has been passed and enacted. This Yes comes from the heart,
because the divine judgement has come into the heart of believers, striking
them in the centre of their existence.... The affirmation, the Yes that the believer says to
God’s judgement, is not just some arbitrary word which could just as well be
replaced by some other word. Rather, by this Yes
... the whole person, human existence as a whole, is expressing itself. The Yes of faith is the most
concentrated expression of human existence. When we believe, our whole
existence becomes a single Yes
by which we are affirming God’s decisive judgement over all human existence and
thus over our own existence.” —Eberhard Jüngel, Justification: The Heart of the Christian Faith(Edinburgh :
T&T Clark, 2001), p. 238.
viernes, 1 de junio de 2012
La Biblia y las cosas de la lógica y fe
Hace unos días en facebook se coloco un rótulo en donde para la Iglesia el
matrimonio del mismo sexo no es “natural” mientras los milagros si son
“naturales.” Yo aclaré al autor del post que es un error de lógica usar la
palabra "natural" en dos sentidos distintos como si fuese el mismo.
En el primer sentido "natural" se usa para referirse a aquello que va
de acuerdo a los usos de la naturaleza (los padres cuidan a los hijos; los
animales se reproducen; el cambio de las estaciones, etc.); en el segundo uso
la palabra natural se refiere a todo aquel efecto que le sigue a su causa (que
las relaciones sexuales no dejan a una mujer virgen; que los animales no tienen
el aparato fonético para hablar, que los cuerpos por su densidad y masa se
hunden en el agua y que el hálito de vida al escaparse del cuerpo resulta en
muerte, etc.).
La Iglesia Católica y la tradición judeo cristiana, en general, condenan el
primer caso, cambiar los usos de la naturaleza, principalmente por el uso y
abuso que el ser humano sufre en esas prácticas. En cuanto al segundo uso
de" lo natural", dicha tradición solo dice que se trata de
condiciones en donde por no seguir el patrón de
casusa y efecto solo se pueden calificar de milagrosas o sobrenaturales.
Cierto objetor dijo que ya que “jugábamos con palabras”, el problema era el
hambre de los niños frente al oro de las iglesias. A lo que respondí, que
la lógica no es juego de palabras, es la clasificación del significado de las
palabras para ver si se habla o no de la misma categoría o cosa. Los niños que
mueren de hambre tienen un padre y una madre que deben responder por ello. Los
curas llenos de oro son el resultado de gente que les entrega sus bienes
(libremente o tontamente depende de quien lo diga) creyendo que de esa manera
se ganan el cielo. Pero en apretada lógica, ni todo el oro del mundo (no solo
el de los curas) podría alimentar a todos los hambrientos del mundo ya que para
eso hay que trabajar.
Propuso entonces el interlocutor que para solucionar eso había que eliminar
a los predicadores y a los políticos. Non sequitur es otro tema en lógica. Es
decir, lo que se concluye no se sigue de lo hablado. Peor aun, cómo se llega de
la preocupación por el hambre de los niños (seres humanos) a
"eliminar" a los predicadores y políticos (seres humanos) es algo que
no se sigue de la afirmación inicial y menos de la preocupación original. Pero,
poniendo eso de lado, sugería yo que para eliminar algo hay que ver cual es la
demanda, si la demanda de algo es importante, entonces el problema es más
complejo y difícil de resolver de lo que suponemos.
Otro interlocutor sugería que el problema no era lógico sino la explicación
de lo inexplicable y hasta contradictorio, según la Iglesia, y la visión restrictiva
de los textos bíblicos, porque las iglesias, interesadamente prefieren tener a
la gente en la iglesia y no en la calle reclamando sus derechos. Decía el que
si la gente pensara por si misma, no iría a las Iglesias. Yo simplemente
respondí que veía la cosa diferente, por ejemplo, esas cosas inexplicables son
eso, inexplicables. No todo lo inexplicable es contradictorio, cosa que en
lógica se distingue muy bien. Pero si hay una aclaración que debe hacerse, es
que una cosa son las fuentes del cristianismo (La Biblia) y otra las iglesias
que puedan tener este o aquel interés.
En cuanto a pensar por si mismo, nadie lleva a la
gente a las iglesias a la fuerza. Especialmente, en países tan seculares. Ni
siquiera en países tan religiosos, se obliga a nadie. Si conozco países en
donde se lleva gente a la manifestación
política a la fuerza. Así mismo, conozco muchos hombres pensantes que aquí y en
otros países, los domingos tampoco se van con las masas a las calles a
protestar, se van a sus trabajos a hacer dinero o con sus familias a convivir.
Es medio idealista pensar que a las masas lo único que les satisface es pasar
los días (de descanso) gritando consignas del partido en las calles. No es
cierto aquí, no es cierto allá, ni siquiera es cierto en donde los llevan a la
fuerza. Por otro lado, es posible que algunos que van a las iglesias sean además
gente pensante, porque no esta el monopolio del pensamiento solo afuera de las
iglesias, en efecto, es posible que ellos prefieran estar en las iglesias
porque están convencidos de lo que ellas enseñan y eso les satisface mucho mas
que estar en las calles protestando. Esa gente pensante de las iglesias a
menudo trabaja y no quiere carroñar nada que no se haya ganado con esfuerzo y
responsabilidad.
lunes, 21 de mayo de 2012
Herramientas filosóficas para hablar de Ética
Mencionar estas tres vertientes históricas no
tiene mucho de nuevo pero ordena saber cómo es que otros han pensado el tema de la ética.
Por un lado, está la razón de
los griegos clásicos (Platón y Aristóteles) la cual nos lleva al epicureísmo
(utilitarismo de Epicuro y Bentham) para maximizar el placer o al estoicismo (Zenón,
Seneca, Epicteto, Marco Aurelio) para aplicar la recta razón conforme a la
naturaleza. Es que de esto último damos el salto a la razón/derecho
natural que aterriza todo el proyecto ético en el derecho consuetudinario.
Protegemos al ser humano porque la costumbre nos enseñó a respetar la libertad
la propiedad y la vida.
La otra vertiente ética es la razón de Kant que nos lleva a
equiparar racionalidad a acción responsable y de ahí al imperativo
(regla de oro) de ver en el hombre siempre un fin y nunca un medio (argumento
contra la esclavitud y a favor de la libertad). Si el hombre no es libre no puede
ser responsable. No puede ser moral quien no es libre y el medio de
captarlo es al final la razón (racional).
Y, finalmente, la otra vertiente es la tradición judeocristiana según la
cual Dios es la primera y máxima realidad, quien creó al hombre
libre, lo mantiene libre y su máximo deseo es redimirlo para garantizarle una
libertad acorde a la naturaleza de quien le creo.
De aquí surge también la tesis del "personalismo
filosófico" tesis fundada modernamente en Karol Woytila como filosofo y en
la filosofía del personalismo judío.
El eje que une todo esto es "el ser humano"
éticamente hablando. Para hablar de la libertad frente a los ateos se requiere de una antropología
"realista", no pesimista ni optimista. Teológicamente hablando eso no
significa que el hombre sea tan malo como podría ser, sino que por
ser creado (primer gran problema), el significado y sentido de la vida del
hombre no dependen de sí mismo (segundo gran problema), sino de Dios
(tercer gran problema). Estos tres
grandes problemas dificultan el diálogo con los ateos generalmente
materialistas y deterministas.
En ese marco de dificultades yo he preferido la
propuesta de la "tradición," de la "razón modesta (limitada)" y de "normas" que enseña la Ilustración Escocesa. Yo he notado
y podría estar equivocado en esto, cuánto Hayek le molesta a mis
amigos ateos y creo, entre otras cosas, que se debe a su defensa de tales puntos. ¿Será que les
molesta porque perciben en él una limitación a la razón y una amenaza a su positivismo teológico (según el
cual ellos si saben con toda certeza que no hay Dios).
martes, 27 de marzo de 2012
La Biblia y la Semana Santa
Cuando Pablo quiere resumir todos los compromisos, sacrificios y bondades de Jesús dice simplemente “sed imitadores de Cristo”. Esta idea puede sugerir puntos de vista para discutir sobre la relación de Jesús con las fiestas religiosas de su día.
Jesús, según los sinópticos, viajó una sola vez a Jerusalén para estar presente en la fiesta de la pascua (Mt. 26; Mr. 14 y Lc. 22) colocando el énfasis en el significado teológico de su muerte en cumplimiento a las Escrituras del Antiguo Testamento. Lucas 9:51 declara que “Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén”, con el resultado que los lectores del Evangelio conocemos.
Juan en cambio presenta tres fiestas de la pascua (Jn. 2:13-17; 6:4 y 11:55) las tres tienen relación al argumento del libro si bien Jesús parece ir a Jerusalén solo en la primera y la tercera (bajo la primera pascua se menciona el vino y el templo; hay un discurso del templo y saca a los cambistas; se haya en compañía de los doce; en la segunda pascua se menciona su sangre y su carne; hay un discurso en la sinagoga (6:59) y los discípulos curiosos se alejan mientras él está acompañado de los doce; en la tercera visita no hay eucaristía sino el ofrecimiento literal de su carne y de su sangre, hay un discurso en el aposente alto y Judas le traiciona si bien el está acompañado de los once).
Juan en cambio presenta tres fiestas de la pascua (Jn. 2:13-17; 6:4 y 11:55) las tres tienen relación al argumento del libro si bien Jesús parece ir a Jerusalén solo en la primera y la tercera (bajo la primera pascua se menciona el vino y el templo; hay un discurso del templo y saca a los cambistas; se haya en compañía de los doce; en la segunda pascua se menciona su sangre y su carne; hay un discurso en la sinagoga (6:59) y los discípulos curiosos se alejan mientras él está acompañado de los doce; en la tercera visita no hay eucaristía sino el ofrecimiento literal de su carne y de su sangre, hay un discurso en el aposente alto y Judas le traiciona si bien el está acompañado de los once).
Jesús no recomendó explícitamente la celebración de la pascua o de fiesta judía alguna pero los apóstoles entendieron que sus reuniones eran una jubilosa celebración constante cuyo centro era la cena del Señor como resumen de todo lo acontecido a Jesús (pasión muerte y resurrección) en cumplimiento de las Escrituras (Hch. 2:42; 1 Co. 11:26; 15:3-8).
El calendario religioso de hoy nos presenta oportunidades para pensar de manera más profunda nuestra fe. Algunos aprovechan esta fecha concienzudamente reconociendo su deuda ante Dios. Otros, toman ocasión de ello de forma proporcional a la indiferencia a Dios que tienen en la vida diaria; si la persona no ha alineado su vida (metanoia o conversión) al paradigma de vida de Jesús, se le ocurre más urgente aprovechar la sazón del año para el paroxismo religioso; aun otros simplemente ignoran las fechas lo cual es en todo caso más consecuente.
Esto nos plantea tres actitudes, la del religioso ocasional, la del hombre de fe y la del ateo práctico. Nadie puede señalar a otro y clasificarlo en categoría alguna. Esto es algo que queda para el fuero interno ya que solo Dios puede, por decirlo así “sacar o poner gente en el cielo”. Los demás debemos estar ocupados por los frutos que mostramos ya que el único signo que Jesús mismo sugirió fue “por sus frutos los conoceréis”, en el contexto del Sermón de Monte, del amor a Dios y al prójimo y del reino de Dios y su justicia (Mt. 5:18 cp. 6:33).
Quienes durante las celebraciones de Semana Santa participan activamente en los servicios religiosos no siempre lo hacen como señal de conversión, de comunión con Dios y de amor a él. Algunos lo hacen, sin articularlo así, con el propósito de vivir según el delicado equilibrio: “el que peca y reza empata”. En este caso no es la informalidad o asimetría de las “travesuras humanas” lo que hace pagana a esta expresión sino su total ignorancia o irreverencia a la persona de Dios, su santidad, sus demandas y su justicia ampliamente explicadas en la revelación.
Por tanto, la mejor forma de vivir los días de la semana santa es “siendo imitadores de Cristo”. La metanoia o cambio de vida como el paradigma de Jesús para sus discípulos consiste en hacer discípulos que son como él (Mt. 28:18-20), que guardan todas las cosas que él nos ha mandado.
lunes, 19 de marzo de 2012
The Failure of Form Critical Studies
A Text Needs a Context.--The background of biblical criticism, in general, developed on what can be considered a category mistake on the part of seventeen and eighteen century Bible apprentices. They did not have the theological expertise to process biblical contexts or concepts so they engaged in the task of interpretation based merely on their ability as intelligent Bible readers. For them, contradictions were easy to spot following the thought that any general idea in one passage (love, justice, peace, victory) could find its opposite in another passage (vengeance, destruction, war, or defeat). For many, that naïve operation was enough to disregard what they read, besides rendering a decisive service to mankind by unmasking Christianity and its faulty Bible. In those days, it was not clear what is clear today among Bible interpreters “who know that their exegesis will find appreciation only if it follows the axiom that a particular phrase will be understood starting with its context”.[1]
Professor Claus Westermann (1909-2002), noted Old Testament scholar at Hidelberg University, expands: “This way of looking and understanding the Old Testament, by contexts and in the course of history, had as a result that it was no longer possible to confront the Old Testament, with the New Testament reduced to a single concept: for example, the Old Testament speaks of the God of anger and the New of the God of kindness; the Old is the Law and the New is the Gospel; the Old Testament’s salvation is earthly, while in the New Testament’s is about spiritual things. For this reason, neither can generalizations be made using a definition—in itself correct—of the content of both Testaments as ‘promise’ and ‘fulfillment’, respectively, considering that all the Old Testament consists of promise and all the New Testament consists of fulfillment”.[2]
The approaches by which biblical contexts and history have been considered are the battleground of biblical studies. There is a rejection of both biblical affirmations and their history when general categories are contrasted without due attention to their literary context. By the same token, the same is true when “pericopes”, “sayings” or “words”, are selected and atomized without any regard for the historical or literary context, looking not for a message but for a speculative situation of their composition. This sort of operative action overtook practitioners of form criticism. Fortunately, biblical studies have evolved indeed, but the assessment of the epoch’s contributions to theology has been in itself “socially slow”. Professor William R. Farmer, an expert on sources in the Gospels has expressed: “The fact that an idea which is highly questionable is nevertheless widely believed or assented to is not new. What may be new to some is the demonstrable fact that ideas which could be grossly false can gain acceptance and credence in the highest intellectual circles and councils of the modern west under the guise of being the assured result of criticism”.[3] I am convinced that this is the case of form criticism and its extension, historical criticism.
lunes, 12 de marzo de 2012
Another one Bites the Dust: The Jesus Seminar
Professor Rudolph Bultmann died thirty-five years ago on the 30th of July of 1976. He died believing he had rendered a good service to the faith. After all, his approach to New Testament Christianity was far more personal and less humanistic than Harnack’s universal brotherhood of man and paternity of God. Bultmann was closer to Karl Barth, the great twentieth century reformer of old German liberalism. He proposed demythologizing as an approach to settle all questions about the place of Jesus in modern understanding of faith.
His proposal was made at a time when his mentors did not leave him any other alternative. John’s Gospel had been rejected by D. Strauss as a source to know Jesus; the Gospels of Matthew and Luke had been rejected by Weisse and Wilke; the Gospel of Mark, also, had been rejected by Wrede and Schmidt. ¿So what was left? In a world full of uncertainty, there is no other way but to renounce the Historical Jesus and embrace the Christ of faith, “produced by the early church” as the only thing left that matters.
But the preference for the church’s kerygma over Jesus’ history has been more lethal than is commonly understood. For one thing, it has bluntly amputated the Jesus kerygma by adopting a “later version” of it, held as a natural development of New Testament studies and, therefore, as something that should be discussed but cannot be modify. As a result, Bultmannian formgeschigte or form criticism enjoys the status of a final scientific method, as a prevalent hypothesis, to glean whatever historicity, if any, may be found in the Gospels. Thus, it has granted authority to doubt and its right to be expressed not as a result of the history of modern thought but as if it were, first and foremost, an outcome of the study of the New Testament sources. Let it be said clearly, it is not a philological endeavor but a philosophical one, and this should be clear from the outset.
What is needed is the courage to put in brackets this part of the history of New Testament research and deal with it not as its historical and rational development suggests, but as its cross section analysis demands. Unfortunately, the Jesus Seminar instead of revising the presuppositions of Bultmannism has fallen prey of its methodology.
miércoles, 29 de febrero de 2012
No apaguéis al Espíritu
La expresión “no apaguéis al espíritu” tiene un contexto amplio en 1 Tes. 5:12-24. Se haya lado a lado con otros 16 imperativos ocupando el número 12. Se trata de los deberes fraternales (v.12-15), por un lado hacia los lideres (v.12-13a) y por el otro, hacia todos (13b-15b). Luego vienen las exhortaciones a la vida renovadora (v.16-21) en donde la devoción y la palabra se reúnen. En ese contexto, la palabra apagar o extinguir se usa del fuego o de la luz, y en el primer siglo ambas formas de alumbrar se reducían al fuego (Mt.12:20). El contexto inmediato se refiere al lugar de la Palabra en la congregación.
Es seguro que cualquiera de los excesos censurados por Pablo o de las carestías señaladas en los mandamientos anteriores en los versos 12-21 puede, potencialmente, apagar al Espíritu. Pero de manera especial lo hace atar la palabra de Dios. Esta carta fue la primera que se escribió a mediados del primer siglo y las congregaciones no tenían Biblias completas para oír la voz de Dios. La costumbre de oír la predicación (profecía) era baja y los creyentes aprendían oyendo, por eso Pablo instruye que se lea el Antiguo Testamento (1 Ti. 4:13). En ese contexto, no esperar con hambre la instrucción de Dios era menospreciar la profecía. Dios quería que el Espíritu fuese soberano en la congregación y él nunca lo es más que cuando él habla a corazones abiertos a la exhortación y la enseñanza.
Ese sentido de apertura, de expectativa y de reconocimiento a la soberanía del Espíritu en la congregación es una marca de una iglesia dispuesta a renovarse, a transformarse y a crecer. Pablo les ha dicho que “el evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre” (1:5). Estos receptores entusiastas de la palabra (1:6), se habían convertido en verdaderos transmisores al punto que según Pablo “nosotros no tenemos necesidad de hablar nada” (1:8). Pero ese había sido al inicio de la evangelización en Tesalónica.
Ahora quizá los líderes locales de la Iglesia habían iniciado una serie de reformas para corregir algunas ideas equivocadas. Cosas relativas a la conducta (4:1-12) y a la esperanza cristiana que habían producido desordenes y desconsuelo entre los creyentes (4:13-18). Es posible que, a partir de tales correcciones, los cristianos hubieran perdido la capacidad de oír con apertura a sus líderes locales. Pablo dice que afrontar la predicación, la acción del Espíritu y la soberanía de Dios en la congregación con indiferencia, definitivamente apaga el Espíritu.
1 Tesalonicenses 1 al 3 es un recordatorio de la emoción y vitalidad que caracterizó a la Iglesia que escuchaba con expectativa la palabra. Vea los cinco “porque” del capítulo 2; 1. Los tesalonicenses sabían del fruto de la visita apostólica (v. 1-2); 2. La palabra entregada vino de la mas diáfana expresión de la voluntad de Dios (v.3-4); 3. Pablo les manifestó un profundo afecto y ternura (v.5-8); 4. Su esfuerzo fue denodado al pastorearles (v. 9-13) 5. El resultado fue que la iglesia estuvo dispuesta aún a sufrir de los de su propia nación con tal de testificar. Pero ahora la actitud hacia la palabra había cambiado.
La Iglesia hoy debe aprender de todo esto. Primero, volviendo al proverbial primer amor, a la fe sencilla y a la esperanza vigente y abierta al señor. Segundo, mostrando el hambre por la palabra que los creyentes siempre debemos tener. Tercero, hacer las modificaciones de actitud, de conducta, de perspectiva y de esperanza que la enseñanza ordena. Cuarto, la obediencia es la única manera de mantener activo, alumbrado y encendido el fuego del Espíritu que Dios tiene para mi vida.
lunes, 20 de febrero de 2012
La Biblia y la visión comunitarista de Hechos 2
Con los ataques a la propiedad del siglo XIX, cobró auge entre algunos estudiosos de la Biblia la idea de que Hechos 2 era la versión cristiana de las ideas de K. Marx. Esa opinión se repite hoy con más audacia que sustento contextual. A continuación veamos otro análisis de esos eventos. Lo primero que hay que observar es que los discípulos, tras el arresto de Jesús, volvieron al lugar del cual habían salido, el aposento alto. Tras la resurrección se habla ya de “el lugar donde los discípulos estaban reunidos” (Jn. 20:19). De hecho la ascensión del señor les sorprende conviviendo en ese lugar (Hch.1:13).
En segundo lugar, hay que preguntarse porque permitió Dios que la Iglesia tuviera la experiencia del comunitarismo. Es claro que nosotros no podemos repetir la experiencia de Jerusalén, pero si podemos proclamar la experiencia de Jerusalén. Me parece que la intención es kerigmática, es para recalcar la unidad del Espíritu y el auxilio de la iglesia frente al temor del ser humano. Los discípulos estaban ahí por miedo (Jn.20:19 cp. Gn.3:10).
En tercer lugar, la voluntad del señor no era que se quedaran reunidos ahí para siempre. De hecho la orden a los discípulos fue ser testigos a “Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hch.1:8). Por eso no debe sorprendernos que tras la muerte de Esteban, “hubo una gran persecución contra la Iglesia que estaba en Jerusalén y todos fueron esparcidos… salvo los apóstoles” (Hch.8:1).
Cuarto, la venta de los bienes era voluntaria y no una exigencia de la conversión. En el plano espiritual era expresión de la dirección y unidad del Espíritu. La experiencia de Ananías y Safira deja en claro que la propiedad no estaba bajo ataque: “reteniéndola ¿no se te quedaba a ti? Y vendida ¿no estaba en tu poder?” (Hch.5:4).
Quinto, ¿quiénes serían los misioneros? Posiblemente los cristianos que no tenían propiedades. No es descabellado sugerir que aquellos sujetos a la dirección de “vender”, también debían obedecer a Dios en la orden de misionar y que ambos actos están concatenados. Hoy quizá sea otra cosa pero entonces no se podía misionar con grandes propiedades productivas y negocios que atender. De ellos se habían desentendido los creyentes tras la experiencia de conversión y unidad del Espíritu. Proclamar la experiencia de Jerusalén incluye el poco apego a lo material para poder misionar.
Sexto, parece que quienes no acometieron la orden de vender y la orden de misionar bajo la dirección del Espíritu sino bajo el signo de Ananías y Safira, se quedaron en Jerusalén, sin bienes y sin sustento. Pablo, tomó ocasión de esto para retomar la compasión antiguotestamentaria, solicitando ofrendas para los creyentes pobres de Jerusalén. Es curioso que es la única comunidad cristiana para la que se solicita ayuda (Ro.15:26; 1Co.16:3,2Co.8,9). Aquellos que hicieron sacrificios materiales sin la intención de misionar el resultado no fue “teología de la prosperidad” sino pobreza.
Finalmente, la iglesia no puede volver a la experiencia de la iglesia primitiva pero si debe enseñar, en el contexto de la misión en Hechos, que es necesario continuar predicando hasta lo último de la tierra. La iglesia no es una comunidad de bienes sino una comunidad de dones, en donde cada uno pone al servicio de Dios su don para la edificación del cuerpo. Como en Jerusalén, los creyentes debemos considerar cómo poner de lado nuestros bienes para servir al señor más plenamente. Esa fue la oportunidad que tuvo la primera Iglesia para encender la luz apagada de Israel y alumbrar a las naciones. La Iglesia universal es producto de ese primer sacrificio.
domingo, 12 de febrero de 2012
Un cuerpo para ofrecer salvación a todos los pueblos
En primer lugar, Dios prepara un nuevo cuerpo para ofrecer la salvación prometida a Israel v. 1-4. La oferta de salvación ocurre cuando se celebra el inicio de las cosechas (Lev. 23:15-19) v. 1. Es adecuado celebrar la nueva cosecha expresada por la comunidad que nació ese día. La nueva edad ha empezado y Dios prepara un nuevo cuerpo para ofrecer la salvación prometida a todos los pueblos. La oferta de la salvación ocurre marcando la presencia de Dios v. 2. Un viento fuerte “arrasador” (Isa 17:12; 28:15; 29:6), como el viento que soplaría sobre los huesos secos (Ez.37:5-10; cf.Jn20:22) patentiza su presencia.
El viento llenó toda la casa, nos recuerda la consagración del tabernáculo (Ex 40:34-25) o el templo (1 R 8:10; 2 Cr 7:1-2 cf. Isa 6:1); el templo escatológico (Ez 10:4; 43:2-5), cuando una nube de gloria "llenó toda la casa". De modo que el viento poderoso del Espíritu marca a la iglesia como quien contiene la presencia de Dios, el templo del Espíritu. Tú eres piedra viva en ese templo.
La oferta de la salvación ocurre consagrando el nuevo cuerpo al servicio de Dios v. 3. Las lenguas de fuego nos recuerdan la dedicación del templo de Salomón en (2 Cron 7:1) “descendió fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria de Yahvé llenó la casa" Y al inaugurar los sacrificios del tabernáculo de la presencia de Yahvé salió un fuego, que consumió el holocausto..." (Lev 9:24). El Pentecostés es la solemne consagración de la Iglesia como el Nuevo Templo. Tú estás consagrado a Dios.
La oferta de la salvación ocurre declarando la voluntad de Dios v. 4. El control del Espíritu marca a la iglesia como quien capacita a los adoradores para hablar. Esta nueva edad del Espíritu que extiende su voluntad y su mensaje a otros pueblos. Nos recuerda a la creación: viento, álito de vida (Gn 2:7; 7:22). En la creación (Gn. 1), el ministerio de Jesús (Mt 4) y la misión (Hch 2) cada inicio el Espíritu esta ahí.
En segundo lugar, Dios prepara un nuevo cuerpo para ofrecer la salvación a todos los pueblos v. 5-13. El nuevo cuerpo esta constituido por gente de todas las naciones v. 5-6. Es la primera sugerencia de que Las lenguas de Hechos son idiomas. Son lenguas a judíos piadosos dispuestos a creer. El nuevo cuerpo ha revertido la maldición de Babel para recibir a todos los pueblos v. 7-11. Para redimir a las naciones Dios revierte la confusión de lenguas para que tú puedas predicar el evangelio a todos los pueblos. Se trata pues de tu invitación a las naciones a comprender y a obedecer a Dios.
Los judíos celebraban la “comunicación” de la ley, pero aquí en Pentecostés esta en juego la proclama de la voluntad de Dios. Este largo registro de naciones indica que Dios tiene una perspectiva internacional en la comunicación de su voluntad (2:9-10). La inauguración de la Iglesia incluye escuchar las maravillas de Dios en los tonos específicos del idioma propio, lo cual significa que Dios ha aceptado en el reino a muchas naciones y grupos no judíos. Por eso es que tu estas aquí hoy en su presencia.
Pero el nuevo cuerpo debe ser bien presentado al los piadosos v. 12. Eso es lo que encontramos haciendo a Pedro en los vs. 14-42, explicando con esmero el plan de Dios. Sin embargo, El nuevo cuerpo sufrirá oposición como ya lo sugiere el v. 13. El resto del libro y de tu vida elabora estos dos últimos puntos, la explicación de la Iglesia a los gentiles y la persecución desde distintas fuerzas en contra de la obra de Dios en tu vida. Sin embargo, a lo largo del libro vemos que el Espíritu sustenta la vida de la Iglesia. Así, que el día de Pentecostés es día de celebrar la cosecha, si tu estas dispuesto a trabajar.
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