Hace unos días en facebook se coloco un rótulo en donde para la Iglesia el
matrimonio del mismo sexo no es “natural” mientras los milagros si son
“naturales.” Yo aclaré al autor del post que es un error de lógica usar la
palabra "natural" en dos sentidos distintos como si fuese el mismo.
En el primer sentido "natural" se usa para referirse a aquello que va
de acuerdo a los usos de la naturaleza (los padres cuidan a los hijos; los
animales se reproducen; el cambio de las estaciones, etc.); en el segundo uso
la palabra natural se refiere a todo aquel efecto que le sigue a su causa (que
las relaciones sexuales no dejan a una mujer virgen; que los animales no tienen
el aparato fonético para hablar, que los cuerpos por su densidad y masa se
hunden en el agua y que el hálito de vida al escaparse del cuerpo resulta en
muerte, etc.).
La Iglesia Católica y la tradición judeo cristiana, en general, condenan el
primer caso, cambiar los usos de la naturaleza, principalmente por el uso y
abuso que el ser humano sufre en esas prácticas. En cuanto al segundo uso
de" lo natural", dicha tradición solo dice que se trata de
condiciones en donde por no seguir el patrón de
casusa y efecto solo se pueden calificar de milagrosas o sobrenaturales.
Cierto objetor dijo que ya que “jugábamos con palabras”, el problema era el
hambre de los niños frente al oro de las iglesias. A lo que respondí, que
la lógica no es juego de palabras, es la clasificación del significado de las
palabras para ver si se habla o no de la misma categoría o cosa. Los niños que
mueren de hambre tienen un padre y una madre que deben responder por ello. Los
curas llenos de oro son el resultado de gente que les entrega sus bienes
(libremente o tontamente depende de quien lo diga) creyendo que de esa manera
se ganan el cielo. Pero en apretada lógica, ni todo el oro del mundo (no solo
el de los curas) podría alimentar a todos los hambrientos del mundo ya que para
eso hay que trabajar.
Propuso entonces el interlocutor que para solucionar eso había que eliminar
a los predicadores y a los políticos. Non sequitur es otro tema en lógica. Es
decir, lo que se concluye no se sigue de lo hablado. Peor aun, cómo se llega de
la preocupación por el hambre de los niños (seres humanos) a
"eliminar" a los predicadores y políticos (seres humanos) es algo que
no se sigue de la afirmación inicial y menos de la preocupación original. Pero,
poniendo eso de lado, sugería yo que para eliminar algo hay que ver cual es la
demanda, si la demanda de algo es importante, entonces el problema es más
complejo y difícil de resolver de lo que suponemos.
Otro interlocutor sugería que el problema no era lógico sino la explicación
de lo inexplicable y hasta contradictorio, según la Iglesia, y la visión restrictiva
de los textos bíblicos, porque las iglesias, interesadamente prefieren tener a
la gente en la iglesia y no en la calle reclamando sus derechos. Decía el que
si la gente pensara por si misma, no iría a las Iglesias. Yo simplemente
respondí que veía la cosa diferente, por ejemplo, esas cosas inexplicables son
eso, inexplicables. No todo lo inexplicable es contradictorio, cosa que en
lógica se distingue muy bien. Pero si hay una aclaración que debe hacerse, es
que una cosa son las fuentes del cristianismo (La Biblia) y otra las iglesias
que puedan tener este o aquel interés.
En cuanto a pensar por si mismo, nadie lleva a la
gente a las iglesias a la fuerza. Especialmente, en países tan seculares. Ni
siquiera en países tan religiosos, se obliga a nadie. Si conozco países en
donde se lleva gente a la manifestación
política a la fuerza. Así mismo, conozco muchos hombres pensantes que aquí y en
otros países, los domingos tampoco se van con las masas a las calles a
protestar, se van a sus trabajos a hacer dinero o con sus familias a convivir.
Es medio idealista pensar que a las masas lo único que les satisface es pasar
los días (de descanso) gritando consignas del partido en las calles. No es
cierto aquí, no es cierto allá, ni siquiera es cierto en donde los llevan a la
fuerza. Por otro lado, es posible que algunos que van a las iglesias sean además
gente pensante, porque no esta el monopolio del pensamiento solo afuera de las
iglesias, en efecto, es posible que ellos prefieran estar en las iglesias
porque están convencidos de lo que ellas enseñan y eso les satisface mucho mas
que estar en las calles protestando. Esa gente pensante de las iglesias a
menudo trabaja y no quiere carroñar nada que no se haya ganado con esfuerzo y
responsabilidad.
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