Introducción
Corría el año 1521. El emperador había citado a un monje agustino para ser oído. Sus enseñanzas causaban gran conmoción en tanto significaban un desafío no solo a la Iglesia Católica, sino al emperador mismo. Desafiar al emperador, en aquellos años cuando no había una cultura de derechos humanos ni de respetos a la vida, era o un acto de locura o signo de una gran valentía. El monje había salido de su ciudad, Witemberg, y se dirigió a la ciudad de Worms.
Viajó en carreta entre el dos y el 16 de abril. Entró a la ciudad y unas dos mil personas le dieron la bienvenida. Para el tamaño de las ciudades en esa época eso equivalía a un ejército. El día 17 de abril, a las cuatro de la tarde, fue recibido por el emperador Carlos V. El doctor Martín Lutero fue cuestionado por el obispo preguntándole: “Dr. Lutero, ¿son suyos esos libros?” señalando a un grupo de libros sobre una mesa. “Si”, respondió Lutero “y he escrito otros más. Todos ellos se refieren a las sagradas escrituras y a la salvación de lo hombres”.
El clérigo pregunta a Martín, “¿se retracta Ud. de lo que ha dicho ahí?” En ese momento ante el hombre más poderoso de la tierra Lutero tiene la cortesía de pedir 24 horas para responder. Al día siguiente, a eso de las seis de la tarde, al ser llevado de nuevo ante su interrogador. Martín hecha una última mirada que le ubica en donde esta. Nada menos que frente a Carlos V, quien era señor de Austria, Burgundi, España, Nápoles y santo emperador de Roma. Ahí Lutero, pronunció, en 1521, estas famosas palabras: “A menos que sea convencido por la Escritura y por la razón, no acepto la autoridad de los papas y los concilios, porque se contradicen, mi conciencia está cautiva de la Palabra de Dios. No puedo ni lo haré, retractarme de nada, porque ir contra la conciencia no es correcto ni justo. Que Dios me ayude. Esta es mi posición. No puedo hacer otra cosa. Amén.” Quedó claro desde entonces que la libertad es un valor que se mide siempre frente al Estado.
En ese momento Martín estuvo mas cerca del martirio de lo que uno puede imaginarse. Eventualmente, su decisión de unir la palabra de Dios a su conciencia produjo un movimiento que es la fuente de todas las libertades en la historia política de occidente. Del impacto de esa libertad sobre la Europa central del siglo XVI y sus implicaciones para nosotros, es que queremos elaborar en esta ocasión.
Son tres puntos los que deseamos abordar aquí para hacer esa revisión y plantear ese desafío. 1. La incidencia histórica de la Reforma ayer y hoy; 2. Repasar como se desarrolla nuestra apatía hacia las cosas públicas 3. Que debemos hacer para que la Reforma protestante tenga incidencia histórica hoy. En esta ocasión, no vamos a discutir la teología de la Reforma. Simplemente, la asumimos. De lo que vamos a hablar es de cómo la iglesia resuelve la tensión entre la fe y la práctica. Se trata del impacto de la teología de la Reforma en la vida comunitaria, social y cultural del siglo XVI. (siga abajo…)
Excelente blog con interesantes temas.
ResponderEliminarQue Dios bendiga su vida y su ministerio.
Gracias por su visita Isaú. Espero leer siempre sus comentarios. GMO
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