miércoles, 20 de octubre de 2010

Pasión espiritual

Segundo compromiso
Mantener unidas la responsabilidad, la libertad y la piedad
Problema: DECIMOS QUE HAY QUE ORAR PERO NO RELACIONAMOS LA PIEDAD CON LA LIBERTAD

¿Cómo define usted espiritualidad para su iglesia? ¿incluye la espiritualidad toda la vida del creyente o solo la religiosa? ¿Están adentro o afuera de la espiritualidad las emociones, la voluntad y el pensamiento? ¿Esta la casa, el trabajo y la recreación dentro de la espiritualidad? ¿Tiene la espiritualidad algo que ver con el mundo o sólo con la Iglesia?

No hay pasión espiritual en donde no hay amor. Amar en la Biblia no es cosa de sentimientos, es una decisión del corazón. Es la voluntad la que escoge qué amamos y con qué intensidad. ¿Por qué el juicio que consiste en visitar la maldad de los padres hasta la tercera y cuarta generación se da en el contexto de no honrar e inclinarse ante otros dioses? Porque la indiferencia a Dios se aprende de padres a hijos, es asunto generacional. Ese es el pecado en Éxodo 20:5, se refiere a “los que me aborrecen” (indiferentes) dice Dios. Pero en el v. 6 dice, “hago misericordia a los que me aman y guardan mis mandamientos”.

La pasión espiritual no consiste en practicar los dones espirituales. Se trata no de dones ni “unciones”, si no del amor. Pablo lo dijo, “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia se acabará”.  El amor que esta en juego aquí es el amor al prójimo, que se basa en el amor a Dios.  No hay pasión espiritual en donde no se "ama a Dios con toda la mente, y con todas las fuerzas, y a tu prójimo como a ti mismo".

Esa es la pasión espiritual, la de vidas obedientes y transformadas, que el Espíritu Santo controla para amar a Dios y al prójimo. El amor se traduce a pasión espiritual cuando Dios es la primera y máxima realidad en nuestra vida. Pero eso tiene una expresión muy concreta: Si me amáis guardad mis mandamientos (Jn.14:15); “El que me ama, mi palabra guardará” (Jn.14:21). Este pasaje relaciona el amor a Dios y el guardar su palabra, con algo más, un nuevo auxilio que Jesús ofrece: el paracleto que confirma el ejercicio del amor. Eso es pasión espiritual.

No podemos hablar de pasión espiritual en donde la iglesia no ama a Dios ni manifiesta sus mandamientos al mundo; la iglesia pertenece a Dios: Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad (Jn.17:17). El contenido de la espiritualidad en donde Dios es la primera y máxima realidad incluyó para los Reformadores: santificar la creación, al ser humano y la mente del creyente como los ámbitos por excelencia sobre los cuales Dios se propone construir la fe personal y manifestarse al mundo. En ese marco, es en donde cada creyente tiene la responsabilidad de evaluar su propia integridad.

Tres temas trajinan toda la vida espiritual en perspectiva bíblica: la práctica de la libertad, de la responsabilidad y de la piedad. Tres ejes cortan a lo largo de todas estas prácticas: la oración, la Palabra y el Espíritu Santo. ¿Cual es la meta de todo esto? Ser como Cristo. Por eso, nuestra predicación, nuestros programas, nuestra adoración y nuestras actividades deben traducir esta pasión por el Señor a formas concretas de comunicar el discipulado.

¿Tiene mi iglesia suficiente información para actuar en las áreas que he mencionado? ¿Define la iglesia la espiritualidad en términos de amor? ¿Tiene claro la iglesia las necesidades personales que existen afuera de la Iglesia? ¿Qué formas concretas de acción toma el amor a Dios? ¿Qué puede la iglesia hacer por el prójimo en la comunidad.

2 comentarios:

  1. Muy buen aporte, excelente explicación!!...felicitaciones...DTB...saludos desde Barranquilla-Colombia...

    ResponderEliminar
  2. Dios le bendiga que bella palabra Dios te siga usando paz .desde venezuela

    ResponderEliminar