lunes, 21 de septiembre de 2009

Qué es lo importante: ¿El mercado o escoger?

Sigamos preguntando. ¿Tienen ídolos los seres humanos? ¿Absolutizan procesos y personas? ¿Es el mercado una de esos ídolos? Estas son preguntas pertinentes cuando se trata de entender la sociedad moderna. El profesor Wilhelm Röpke definió el mercado como un proceso de millones de decisiones, mutuamente anónimas, que hacen posible que distintos objetos lleguen a las manos de aquellos que los necesitan. Esa es la idea tras el sencillo artículo “yo lápiz”, que ilustra la cantidad de decisiones, no coordinadas, que ocurrieron para producirlo. Por supuesto, quien no ha reflexionado sobre la complejidad de esas transacciones no coordinadas lo considera simplista.

Claro, el ingrediente teológico entra cuando aceptamos que las necesidades de cada persona son infinitas e ineludibles. Entonces un proceso útil se convierte en un dios, el materialismo. Pero ojo, el dios no es el mercado sino "la cosa" que el mercado me trae. ¿Tiene el mercado un ingrediente moral? Es amoral. El mercado es un medio eficaz para darle a la población lo que busque: pornografía, medicina, alimentos, drogas o Biblias. Pero es usted quien escoge qué producir y qué comprar. No hay una organización de Mercados Unidos del Mundo que determine que es lo que usted escogerá. El mercado satisface los más nobles como los mas bajos instintos del ser humano. De ahi que, eticamente, lo importante no es el mercado sino quién escoge qué.

La ética de las personas sirve para criticar lo que estas escogen y producen, pero difícilmente para criticar un mecanismo que no esta coordinado por alguien. No criticamos el cuchillo de cocina porque un gran número de asesinatos se cometen con él. Tampoco es posible encontrar una ética de fines aplicada a la abstracción llamada mercado, en tanto la institución esta compuesta por esa multitud de decisiones que incluyen las que el lector realizó el día de hoy. De ello se benefician aun los críticos más amargos del mercado. La ética del lucro y del uso de medios que son escasos son cosas que deben analizarse con mas detenimiento.

¿Que se espera de la ética de los actores del lado de la oferta de esa abstracción que llamamos mercado? Que en esa oferta no se tome al ser humano como medio, sino siempre como fin; que en esa oferta no se use la mentira como medio para apropiarse del dinero de los clientes; y que en esa oferta no se use de la fuerza para hacer que unos compren u otros vendan, en contra de su voluntad.

¿Que se espera de la ética de los actores del lado de la demanda de esa abstracción? Que en esa demanda no se adquiera cosas que me esclavizan; no promueva la oferta de cosas que destruyen a otros; no promueva la oferta de cosas que destruyen valores mas altos como la familia, la vida y la fe. Decisiones personalisimas.

Pero también hay un lado político en todo esto. Es una seria confusión creer que ese lado político amigable al mercado equivale a un abstencionismo del Estado en materia económica. Esa posición se llama anarquismo y los defensores del mercado conocidos en nuestro medio no son anarquistas. En todo caso, el mercado se basa en el ejercicio de los derechos de las personas, y para eso, por ejemplo, los conocidos autores de la Escuela Austriaca, al contrario, abogaban por un estado fuerte, que hiciera respetar esos derechos.

Pensar en la ética del mercado requiere rigor intelectual más que prejuicio o insidia. ¿Es el mercado perfecto? No lo es, pero tiene mecanismos propios de corrección y sus perdidas son privadas, salvo donde el gobierno las socializa, como sucedió en Estados Unidos. El mercado no es una filosofía de vida, es sólo un mecanismo para procurar la administración eficiente de medios que son escasos y el economista es quien trata de explicar ese sentido.

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