domingo, 23 de mayo de 2010

Francisco de Vitoria: su método teológico


Francisco de Vitoria es heredero de la escolástica. Se caracteriza esta por el método dialéctico sic et nunc. Dicho simplemente por afirmar una proposición y negar las posturas contrarias. Por ejemplo, presenta una proposición que se considera contraria a la opinión del autor, luego ofrece las razones que podrían sustentar esa opinión y, finalmente, da las opiniones que echan por tierra la opinión inicial y ponen en claro la postura del autor.
Para esta metodología, la lógica aristotélica era ideal. El principio de identidad (A es A); la exclusión de medio (A no es transito entre A y B) y el principio de no contradicción (A no es B).  Pero además de utilizar el método lógico (órganon) de Aristóteles, también se usaban ampliamente sus escritos y los de otros pensadores grecorromanos, de los cuales se extraían ideas o sustentación para las ideas propias.
En Francisco de Vitoria, Political Writings (Cambridge, 2008), la introducción discute por oposición, la idea de Vitoria sobre la interpretación bíblica. Debía atenerse en todo a la interpretación autorizada por la Iglesia. Abominaba a los “nuevos gramáticos”, como denominaba a los humanistas por su escolaridad textual ajena a la interpretación bíblica católica. El texto dice que “ciertamente había leído ampliamente la literatura clásica”. También que descansaba más que la mayoría de teólogos en las obras de séneca y Cicerón.
Al intensificarse la lucha contra el luteranismo, del cual Vitoria tiene noticias según sus escritos, considera el método humanista de lectura de la Biblia como terreno resbaloso que condujo a la herejía protestante. Por eso atacó a Lutero por interpretar la escritura “sola gramática”, sin la ayuda de la patrística y la escolástica. Los departamentos de lenguas clásicas, latín, griego, hebreo y sánscrito, tomaron la hermenéutica gramático histórica del renacimiento, similar a la de la Reforma, y con ella se enseña aun hoy dichas lenguas en España, Inglaterra y Alemania. La pregunta es ¿por qué? Porque si el propósito de los textos judeocristianos no es esconder sino dar a conocer a Dios, cualquiera que usa los métodos literarios correctos debería poder leerlos.
No se puede juzgar a las ciencias bíblicas en la persona de Vitoria pues sería como juzgar la medicina en la persona de Hipócrates. Por ejemplo, su ensayo sobre “el poder de la Iglesia”, insiste en definir eklesia según la etimología, incurriendo en lo que hoy se denuncia como la “falacia de la raíz”. El peso que tiene la comunidad en Vitoria sigue la influencia del pueblo de Israel como modelo de la Iglesia Católica. Dios es el autor de la ley divina positiva y la Iglesia y la cristiandad se sostienen al impulso de ese modelo original, Dios, sacerdotes y comunidad.
El análisis de causas prestado de los griegos (formal, material, eficiente y final), usado por Vitoria, tiene como causa final la vida en sociedad y la sobrevivencia. En su ensayo sobre el poder civil, da por sentado que el poder se haya desarrollado. Se citan indistintamente diversos periodos de la historia bíblica en los que el poder se haya en distintos estadios de desarrollo. En los patriarcas es una cosa, en Egipto con Moisés es otra cosa; los jueces lo reflejan diferente a la monarquía de Israel. Vitoria cita textos de todos lados sin atender al proceso genético del poder. En economía diríamos “ las cosas no permanecen constantes”.
La ley es una función de la razón y qué entiende el por razón: “es el acuerdo o el juicio que forma la conclusión de un silogismo”. El imperio del método escolástico, difícilmente se expresa con mayor claridad.

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