martes, 1 de junio de 2010

¿Es posible ser espiritual aparte de la creación?


En términos bíblicos no se puede hablar de espiritualidad sin mencionar la creación. En Génesis, Dios nos entrega un mundo para sojuzgarlo y dominar sobre el (Gn.1:26-27). El plan de Dios consiste en que el hombre sea vicerrector suyo. Dios ordenó: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla (Gn.1:28). Lo “administrable” incluye el trabajo, la cultura y el progreso (Gn.2:15), la familia (2:28), y el reposo (Gn.2:3).

La espiritualidad, se asienta sobre la doctrina de la creación. Declarar a Dios señor de este mundo y trabajar porque su voluntad sea hecha como en el cielo “así también en la tierra”, es la quinta esencia de la espiritualidad. Por eso, es muy difícil ser espiritual aparte de la doctrina de la creación, sencillamente porque Dios no tiene territorio sobre el cual ser declarado rey (Ex.15:16-18).

Sin embargo, ya en el entorno de Génesis aparecen dos ideologías en conflicto. La serpiente tiene la suya “no moriréis, sino que sabe Dios que el día que de el comáis, serán abiertos vuestro ojos, y seréis como Dios sabiendo el bien y el mal (Gn.3:4-5).  Dios había dicho De todo árbol del huerto podéis comer (Gn. 2:15-17). La provisión de Dios, su bondad y gracia son patentes en el amplio permiso que da al hombre. La única prohibición del Edén anticipa la ley que moldeara el carácter del hombre (Gn.2:17).

Pero, la ideología de la serpiente es que el hombre se emancipe de Dios y adquiere una agenda propia. En la agenda de todo hombre sin Dios hay un compromiso tácito con la idea de la serpiente. Consiste en dudar de la bondad de Dios y, en todo caso, sabotearlo y aun suplantarlo. El hombre, sin darse cuenta, se adhirió a la ideología de la serpiente y sufrió las consecuencias: muerte social “tu deseo será para tu marido y el se enseñoreará de ti” (Gn.3:16). Muerte ecológica: “maldita será la tierra…espinos y cardos te producirá” (Gn3:17-18). Muerte física: “polvo eres y al polvo volverás” (Gn.3:19). Muerte espiritual: “y lo sacó Jehová del huerto” (Gn.3:23).

Esta visión, sugiere éxito al ser humano que se declara autónomo frente a Dios.  El trabajo, la cultura, la familia, el progreso y el reposo (Gn.1-2), son capturados por esta idea. El entorno humano desde entonces ha quedado marcado por la autonomía de la serpiente: “no moriréis”, vida sin Dios y “seréis como Dios”, seguridad sin Dios. Buscar salud aparte de Dios (esperanza terapéutica); buscar provisión aparte de Dios (esperanza materialista); buscar seguridad aparte de Dios (esperanza militarista); buscar confort  aparte de Dios (esperanza tecnologista). En cambio, las leyes de Dios tendrán como propósito guardar al ser humano de todo abuso en su contra: del otro ser humano, del monarca, de la enfermedad, de la guerra, de la pobreza y de la violencia.

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