La justicia de Dios en la Biblia es el carácter de Dios expresado en la obediencia a sus mandatos por parte de los seres humanos. La ley en si es buena pero sin personas que la obedezcan no se produce la justicia. De modo que la justicia es un estado dinámico en donde los reyes se someten a Dios, los sacerdotes sirven al pueblo y a Dios, y en donde el pueblo expresa su amor a Dios y al prójimo en cada acto de su vida.
Por eso las reglas macro jurídicas que nos organizan como país, la Constitución de la República, se proponen proteger la vida, la libertad, la propiedad, los contratos y la familia. El viernes 29 de mayo cumplimos 24 años de haber promulgado la Constitución Política de 1985. Se trata de un esquema agotado, cuya fragilidad se expresa en los abusos de gobernantes, en la impunidad de la clase política para abajo y en la disfuncionalidad institucional de los ámbitos que dan seguridad a la vida, la libertad y a los contratos.
¿Por qué se agotó la Constitución de 1985? Porque la vida nacional es dinámica y requiere que lo una vez propuesto se actualice con las leyes del Congreso. Pero si esas leyes son casuísticas, particulares y con dedicatorias política, social o económica, lo propuesto en 1985 no caminará. Nuestros legisladores no conocen el Estado y creen no en perfeccionar las instituciones sino en “perfeccionar la sociedad”, cosa imposible de hacer aparte de las instituciones.
Perfeccionar las instituciones es la propuesta de Proreforma. Su propuesta incluye 1. Un mecanismo para destituir al presidente (no fácil pero hacedero, si conviene) 2. La independencia de los órganos de fiscalización (Fiscal General, Contralor de Cuentas). 3. Fortalecer el Organismo Judicial (independencia de jueces, nombramiento no político de jueces y magistrados e independencia presupuestaria) 4. Separar en la legislación lo político (caminos, impuestos etc.) de lo privado (comprar, vender, educar y contratar, evitando hacer de lo privado un acto político mas). La democracia es asunto de perfeccionar instituciones, procedimientos y actividades.
Nuestro país está asentado sobre la pobreza, la violencia y la corrupción. No hay justicia en Guatemala. Perfeccionar “la sociedad” solo es posible a través de instituciones. Reformar la Constitución es seguro, porque si se transgrede su letra, la misma Constitución prevee que otras instituciones del Estado tendran el derecho de enjuiciar a sus violadores, cosa que aun no tenemos los ciudadanos con las leyes ordinarias.
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