En otras
palabras, no podemos decir nada del protestantismo…
Aparte de la auto manifestación de Dios en la historia de su pueblo
Israel, linaje del cual viene Jesucristo;
Tampoco aparte de la auto manifestación de Dios en la vida, obra, muerte
y resurrección de Jesús de Nazaret; Nos referimos a la singularidad histórica
del Jesús de Nazaret.
Ni aparte de la auto manifestación de Dios en el testimonio de la
Iglesia Cristiana cuyo fundamento es la revelación del Antiguo Testamento, la
muerte y resurrección de Jesús y la venida del Espíritu Santo. No podemos llegar a ningún lado sin esos
importantes antecedentes teológicos. En esta ocasión no lo elaboramos en detalle pero no pueden quedar sin mencionar estas cosas.
Segundo fundamento
para hablar del protestantismo son las acrecencias de la edad media. En otras
palabras, tampoco podemos entender el protestantismo…
Aparte de la romanización de la cristiandad, que se le conoce como “Romanitas,”
que tomó la pompa, colores y organización civil de roma del año 440 al 460;
especialmente que ocupó el lugar del poder civil tras la caída de Roma ante los bárbaros a partir del año 410;
Tampoco podemos entender el
protestantismo aparte de la cristianización de los germanos y la germanización
de los cristianos entre los siglos VI al IX cuando se dan importantes cambios
teológicos en relación a la Iglesia primitiva: se adopta el bautismo pasivo de
infantes dejando el bautismo de adultos de la Iglesia primitiva; se afianzó la
liturgia del clero en latín en lugar de la liturgia participativa del pueblo; se instituyó la confesión auricular en lugar
del arrepentimiento público y definitivo; se extendió la veneración de santos y
reliquias en lugar del recuerdo de los mártires y sus tumbas; se adoptó la
creencia en espíritus y la superstición germánica en lugar de una teología más
reflexiva; se apadrinó el celibato del clero especializado que sustituyó a la
educación; se abolió la ordenación de mujeres al diaconado, todo esto entre los
siglos VI y IX.
Finalmente, no podemos entender el protestantismo aparte de la propuesta de los Reformadores de quitarle a la fe el ropaje de la filosofía escolástica con su acento en la razón y en la fe como comprensión en vez de decisión existencial; desconocer a la "romanitas" y a la "germanización" del cristianismo para volver a la sencillez de la fe del Nuevo Testamento. La Reforma fue una apuesta en contra de la civilización cristiana con su pompa, boato y secularización y a favor de la fe cristiana.
Finalmente, no podemos entender el protestantismo aparte de la propuesta de los Reformadores de quitarle a la fe el ropaje de la filosofía escolástica con su acento en la razón y en la fe como comprensión en vez de decisión existencial; desconocer a la "romanitas" y a la "germanización" del cristianismo para volver a la sencillez de la fe del Nuevo Testamento. La Reforma fue una apuesta en contra de la civilización cristiana con su pompa, boato y secularización y a favor de la fe cristiana.